Dios mío, vuélveme a la inocencia.

Si me lo permites, no creo que exista un político inocente u honesto, y si lo existiere, me cuesta trabajo creerlo, estoy predispuesto a creer por la experiencia que esos tipos son unos canallas buenos para nada que al puro estilo maquiavélico destazan a las ovejas en sus fauces sin que les importe un comino. Probablemente estoy equivocado, quisiera estarlo, pero eso es parte de PERDER LA INOCENCIA, es triste perder la inocencia y entender que es un proceso IRREVERSIBLE, porque perder la inocencia implica interactuar con el mal, y el mal, te da un conocimiento fenomenológico de la realidad, lo que la ilustración consumó con la MUERTE DE DIOS; algo que adherido a la personalidad la destruye lentamente, la enfría y la aletarga. Jesús dijo que al multiplicarse la maldad, EL AMOR DE MUCHOS SE ENFRIARÍA. Yo lo he vivido en carne propia, pasé de ver la muerte de algún individuo en los periódicos como algo grotesco y tétrico a interactuar con miles de muertes e imágenes dantescas como algo natural cuando el narco destruyó nuestro modo de vivir. Tanto me acostumbré a ello que sin percatarlo me di cuenta que ya formaba parte de mi idiosincrasia, de mi cultura, incluso empezamos a llamarlo narcocultura, porque se había mimetizado en cada hueco de nuestras vicisitudes. De hecho, es un fenómeno tan natural el ver fotos o videos de cuerpos desmembrados o colgados de puentes, que la prensa no ha hecho mas que capitalizarlo, y sacar dinero del morbo, de la maldad abyecta, del cuerpo destrozado por las balas y el coraje bestial que domina a dichos individuos.

Si bien aquello pudiera entenderse desde un sentido teleológico y escatológico como algo que ha de acontecer y es inevitable, también es una excelente justificación para acercarse a la iglesia, al recinto sagrado que guarda el elemento espiritual de la paz y contrasta con dicha maldad. Claro, hasta que en algún momento te toque saber que la maldad impregna todo, entonces la cosa se torna más triste cuando la inocencia se pierde en el mundo religioso, cuando convives también con la realidad del sacerdote pedófilo que llevaba años violando niños, matándolos o sepultándolos bajo esos mismos recintos sagrados sin que nadie le hiciese nada, o el pastor opulento que finca su pequeño castillo con la sangre y la carne de sus feligreses; o el déspota y egoísta líder que pisa, aplasta, escupe y destruye a quien esté en su camino para llegar al poder. Cuando la mano que debía guiarte termino destruyéndote, entonces entras a esa crisis existencial, la duda que lo opaca todo, la suciedad que turba el alma y oscurece el entendimiento, ¿a donde iré? ¿existe realmente tal cosa como una buena iglesia? No es para menos que muchos se aparten de la religión manteniendo aún un pabilo humeante que desea a Dios pero no lo encuentra.

Sin duda alguna lo peor que me pudo pasar fue perder la inocencia cristiana; dejé de confiar en instituciones corruptas, injustas, pedófilas, abusivas y destructivas, pero ya no me quedaron fuerzas para confiar en las buenas y honestas porque perdí el interés y la inocencia de creer que existen instituciones buenas. De hecho, interactuar con ellas y ser partícipe de su vorágine insaciable de pecado me llevó a mi mismo a ser igual, a ser un pastor igual, corrupto, mentiroso, falso, destructivo y nocivo. Lo más terrible de todo es que es fácil ocultarlo, he ahí el grado de maldad de ello, porque TENER APARIENCIA DE PIEDAD sin tener piedad, es querer tomar a Dios por torpe y a su pueblo por basura. ¿Lo ves? La maldad es así, es como una pequeña sabandija que va succionando lentamente la bondad. Ahora entiendo que con ello no existen los términos medios, que cuando se detecta dicha maldad es mejor cortarla de tajo, ¡Corta la mano, sácate el ojo! dijo Jesús, que aunque el texto no es literal, EL DOLOR ES LITERAL! y es la catarsis que te puede ayudar a seguir vivo, la depuración radical del mundo falso y el que deseas.

¿Qué impide que un pastor renuncie a su opulencia y prestigio mal ganado a base de aplastar a los otros? Su ego, su narcisismo, su encanto construido con maldad. ¿Qué impide que un sacerdote pedófilo abandone la religión y se arrepienta? Su habituada maldad que ya no tiene saciedad. ¿Por qué no acepta el pastor que hereda la iglesia a su hijo que lo único que le interesa es el dinero? porque siempre habrá una manera de ocultar esa basura, de justificarla, de aprobarla y decantarla como necesaria.

A veces lloro y sufro, en verdad a veces siento que volver al cristianismo me hace tan infeliz, porque no puedo confiar ni creer en utopías sacrosantas de denominaciones corruptas; y entonces pido a Dios una permuta, aunque sea parcial de mi identidad para tener la inocencia de creer que el mundo no es un fondo negro con manchas blancas, sino un fondo blanco con pequeñas manchas negras. Me gustaría haber tenido el valor de abandonarlo todo cuando era el momento, que importa que hubiese perdido todo, al final lo perdí, pero hubiese conservado mi inocencia, pero abandoné todo demasiado tarde.

Ahora siento que me arrancaron una parte que es indispensable para seguir a mi Dios y no tengo, porque si el reino de los cielos es de los que se hacen como niños, a mi me arrebataron mi niñez las tropelías “sagradas”, las llagas putrefactas y olorosas del pecado y la maldad, no creo que Dios esté en esas instituciones que militan con bandera de sacrosantas, saberlo y entenderlo me genera malestar, tristeza, agonía. A veces esa maldad que probé palpita como un león hambriento por devorar. Si la inocencia me asistiera, podría resistir la prueba y la tribulación, pero ahora la maldad me hace consciente de que esa tribulación muchas veces es provocada de manera injusta por los injustos de manera deliberada y entonces aparece el bello justificante para combatirla:

“La cobarde creencia de que una persona debe permanecer inmóvil en un lugar siendo fiel a lo mismo aun cuando la bota esté asfixiando su cuello y matándolo lentamente solo la toleran los cobardes o esclavos, que aquello no es sino la resignación incondicional de los animales, bestias de carga estupefactas por la servidumbre que se les impone y que, sin embargo, siempre están dispuestas a aceptar el golpe del amo e ir a donde quiera que este las lleve. Hay límites para cada cosa y leyes para todo lo que existe, hay quienes ven la rebelión como un proceso natural y cíclico que debe darse de tiempo en tiempo y hay otros que aceptan resignados que la única forma de prosperar es lamiendo la bota que los aplasta. ¿Dejarás otra vez que la bota te aplaste?”

Tengo un consejo, aunque estará circunscrito al contexto de cada quién, porque así como Adán no pudo regresar al huerto una vez que probo del árbol del conocimiento del mal, así muchos no podremos (a menos que Dios lo quiera) retornar a ese estado de inocencia que alguna vez tuvimos. Aún así, aquí está: Si algún día en una iglesia te lastiman, VETE DE AHÍ. Si algún día alguien te pisotean y so pretexto de que debes perdonar te hacen consumir el infierno por la fuerza, PERDONA Y NO VUELVAS. Mantener esta balanza equilibrada te ayudará a no llegar a un punto de inflexión IRREVERSIBLE. Cuando el mal toque a tu puerta, RECHAZALO, SE FIEL. Si aquellos que te rodean envenenan tu alma por ser trúhanes y burlones, ¡HUYE! Si en verdad quieres seguir a Jesús, debes como dice Pedro: Desechar pues, toda maliciatodo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, y desear, como niños la leche espiritual.

Dios fue muy bueno al volverme a él y despertarme de ese sueño estúpido, vanidoso, y egocéntrico en el que estaba. Con todo, mi inocencia está totalmente destruida. Dios me conceda en algún momento la alegría de volver a nacer del polvo para serle fiel, por lo pronto, LARGO CAMINO ME QUEDA. Dios me ayude y te ayude a ti también.


Published by ElDiosDelNorte

Un mensajero de Orvonton me susurra pendejadas al oído.

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